![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhh6A6gicSon0D_BcfZArKXmEjT43mSNAdyf-JiSljqvdKQe9MTTaNzcQSVba6_gP8VvGoz7LKKG_wPSEQO8cW0ZUxyrwCW47OCrCPDjhFc978p2M6bM5t7ankpZFycxiWWE2qKI59AuRYu/s320/mushin.jpg)
Hacer un trabajo que tiene
que llevarse a cabo una y otra vez nos ayuda a reconocer los ciclos
naturales de crecimiento y destrucción, de nacimiento y muerte, y
así estar al tanto del orden dinámico del universo. El trabajo
“ordinario”, tal y como lo indica la raíz del significado de la
palabra, es trabajo que está en armonía con el orden que
percibirnos en el medio ambiente natural.
Mushin quiere decir “no-pensamiento”, “inconscientemente”, “pensar sin pensar”, “no pensar”. Mushin es básicamente pensar sin pensar, actuar sin conciencia, volver nuestros actos conscientes en actos instintivos. Es la esencia del Zen. Durante la vida cotidiana, si hacéis o queréis algo conscientemente no sois mushin. Si lo hacéis con el pensamiento, no es Zen. Esta es la razón por la que el entrenamiento y la práctica con los músculos y con el cuerpo es tan importante. También para hablar es importante. La mayoría de las personas hablan después de que el cerebro haya dado la orden. Si sois mushin o ishiryo, podréis hacerlo inconscientemente, sin pensamiento.
Mushin quiere decir “no-pensamiento”, “inconscientemente”, “pensar sin pensar”, “no pensar”. Mushin es básicamente pensar sin pensar, actuar sin conciencia, volver nuestros actos conscientes en actos instintivos. Es la esencia del Zen. Durante la vida cotidiana, si hacéis o queréis algo conscientemente no sois mushin. Si lo hacéis con el pensamiento, no es Zen. Esta es la razón por la que el entrenamiento y la práctica con los músculos y con el cuerpo es tan importante. También para hablar es importante. La mayoría de las personas hablan después de que el cerebro haya dado la orden. Si sois mushin o ishiryo, podréis hacerlo inconscientemente, sin pensamiento.
¿Existe el estado de no-mente? Si, existe y es
conocido. Hay muchas formas de describirlo. A veces es descrito como
estar “en el flujo”, o en “piloto automático”. Entre los
atletas se conoce como estar “en la Zona”. En japonés se llama
“mushin”, que se traduce literalmente como “No mente”.
Este estado mental se puede describir como el sentirse
separado del acto que se ejecuta. Ningún pensamiento interfiere con
la acción que se ejecuta ya que esta es inconsciente y por lo tanto
desinhibida. Cuando logras este estado, tu mente se puede mover de
una actividad a la otra de la misma forma como fluye una corriente de
agua.
¿Te has preguntado alguna vez en qué piensa un
corredor de maratón en esas horas en que corre y corre? ¿En su
familia? ¿En el premio? No. No piensa en nada. Su mente está vacía.
En esos momentos es sólo músculos, nada de mente. Su cuerpo
adquiere la capacidad de moverse en forma automática mientras que su
mente está vacía, en Meditación, pero completamente alerta. Ese es
el estado de no-mente. El maratonista etíope Abebe Bikila, ganador
de varias maratones olímpicas, era un maestro en entrar en esta
especie de trance, al extremo que sus carreras la hacía corriendo a
pié desnudo, en una demostración extrema del poder que tiene el
espíritu sobre el cuerpo.
El flujo es un estado óptimo de energía y conciencia
que hace sentirse a las personas felizmente unificadas con la
actividad que están realizando. El futbolista Pelé explicó así
tan singular estado: “Es como si tuviera una extraña calma… una
clase de euforia. Entonces sentía que podía estar todo el día
corriendo sin cansarme y que podría driblar a cualquier jugador del
equipo contrario y casi pasar a través de ellos”. Por su parte, el
piloto de autos Fórmula Uno, Ayrton Senna narró así una
experiencia de flujo en el Grand Prix de Mónaco: “Me lancé y así
seguí. Súbitamente iba más rápido, superando a los otros pilotos,
incluido mi compañero de equipo. De alguna manera me di cuenta de
que ya no iba manejando el carro conscientemente. Lo manejaba por
instinto, sólo que en otra dimensión. Era como si me estuviera
desplazando por una especie de túnel”. Muchos atletas se refieren
al estado de flujo como “estar en la zona” y algunos maratonistas
hablan de una elevación repentina de energía (runner’s high) que
les invade durante una carrera permitiéndoles superar el dolor y el
cansancio.
El estado de flujo no se refiere solamente a
competencias deportivas. No existe actividad humana que no se vea
beneficiada por su presencia. Virtuosos de la música, científicos
eminentes y artistas de primerísimo nivel se caracterizan por entrar
a voluntad en ese agraciado estado y sin embargo todas las personas
pueden alcanzarlo.
Uno
de los propositos de artes marciales como el karate o el kendo es el
de cultivar la habilidad para suspender el pensamiento mecánico,
analítico y discriminatorio favoreciendo al mismo tiempo la
percepción no discriminativa de calidad reflexiva a través de la
cual se define la actuación y los resultados elaborados en una
simple experiencia de percepción.
Mushin
se refiere a la mente no atada por ideas ni sentimientos y que por lo
tanto se mantiene totalmente abierta a la vivencia. En las artes
marciales el estado de mushin es muy usado ya que los movimientos son
tan rápidos y certeros que es imposible que la mente los siga y
dirija. La habilidad técnica en el combate no vale nada si no está
acompañada de una tranquilidad interior, de un espíritu
constantemente alerta. Sólo cuando un guerrero se libra de miedos y
rencores, cuando trasciende su ego y sus apegos, es capaz de actuar y
responder sin vacilaciones ante cualquier oponente. El guerrero ya no
se detiene en pensamientos sobre lo que ha de hacerse. Sus respuestas
son instantáneas y guiadas por una intuición superior. El maestro
de zen Taken Sōhō afirma: “Es la falta de flujo lo que daña.
Para un guerrero dejar de fluir equivale a morir. El espadachín que
combate no debe pensar en sí mismo ni siquiera en su adversario.
Simplemente debe fluir siguiendo su subconsciente”. El guerrero
actúa en forma instintiva, sin pensar, con su mente totalmente en
blanco pero también totalmente consciente. En esas condiciones, se
es capaz de anticiparse a los movimientos del contrario y responder o
atacar de manera veloz e imprevista.
Una característica del estado de no-mente es que
mientras el cuerpo se mueve y la mente está vacía, el desgaste de
energía es mínimo. Eso explica que un atleta dure horas manteniendo
un esfuerzo sobrehumano como en una carrera de maratón, o sea capaz
de ejecutar un estallido de energía instantáneo, como en el caso de
un levantador de pesas profesional.
El estado mushin consiste en permanecer con la mente
en blanco sin anular las capacidades de percepción; en no pensar ,
de ahí su nombre.
En las artes marciales si reflexiono sobre cada gesto,
la acción eficaz es imposible. Por eso es necesario ser mushin,
porque el cuerpo debe actuar sin pensar. Esta es la razón por la que
la práctica del zazen es tan útil para las artes marciales. Si se
reflexiona demasiado, el adversario será más rápido.
Dada la dificultad de alcanzar este estado o mejor
dicho de aspirar a este estado, la mente ha de ser entrenada, del
mismo modo que en las Artes Marciales también el entrenamiento y la
práctica con los músculos y con el cuerpo son importantes. Cuando
los maestros hablan del concepto mushin, hablan de la reflexión
perfecta y precisa de todo. Mushin, significa corazón vacío,
espíritu vacío, muy importante en las artes marciales. Mushin es la
ausencia total de pensamiento oratorio; un estado en el que el ego se
olvida y el individuo se encuentra libre para su desempeño sin tener
que preocuparse por las nociones dualísticas del bien o del mal, del
éxito o del fracaso. Mushin es la esencia de las artes marciales
Zen. Cuando el arte del tiro con arco se practica en un estado de
“no-pensamiento”, lo que significa una ausencia de toda
conciencia del ego, el arquero se encuentra libre de inhibiciones al
poner la flecha en su arco, tirar de éste, dejar que sus ojos se
posen en el blanco, y al momento en que el ajuste sea el correcto,
dejar ir a la flecha.
En las artes marciales se enseña que el mejor lugar
para la mente “Aquí y ahora” es “no estar en ninguna parte”,
el llamado Mushin.
El punto del Mushin es tener la mente en blanco para que el “guerrero” se encuentre en un estado de “apertura”. Esto le permite reaccionar y no preocuparse por lo que pueda ocurrir mientras actua.
El punto del Mushin es tener la mente en blanco para que el “guerrero” se encuentre en un estado de “apertura”. Esto le permite reaccionar y no preocuparse por lo que pueda ocurrir mientras actua.
En este sentido, el secreto de las artes marciales
consiste en aprender a dirigir el espíritu. Durante el combate, el
espíritu no debe estar influenciado por ningún movimiento del
adversario, por ninguna acción de su cuerpo ni de su mente. El
espíritu siempre tiene que moverse libremente. Se debe estar
completa y constantemente concentrado. En la vida diaria sucede lo
mismo. Como dijo el monje Zen Takuan: “El verdadero espíritu es
como el agua y el espíritu incierto es como el hielo”, es decir,
cuando el espíritu se posa sobre algo, como el hielo sobre una rama,
estamos bloqueados e indefensos, cuando (el espíritu) es como el
agua, miles son las posibilidades y las vías a seguir. Nunca debemos
distraernos en la práctica del Zen, y, mucho menos, durante la
práctica de las artes marciales. Hay que practicarlos (ambos) a
fondo, concentrándonos, esforzándonos al máximo. No hay que
guardar una parte de energía como reserva. Concentrarse significa
expresarla (la energía), descargarla totalmente.
Espero haberos aclarado teoricamente el concepto de mushin, ahora para que quede en vosotros tendreis que alcanzarlo a través de la practica...artes marciales, zen, deportes o actividades de la vida cotidiana.